La Hidratación de la piel es una situación necesaria para mantenerla en condiciones saludables y protegerla frente a las exposiciones naturales como son: el sol y el polvo entre otros, así como de enfermedades y sobre todo, el envejecimiento.

Para mantener nuestra piel bien hidratada el punto mas importante es consumir abundantes líquidos durante el día, sobre todo en épocas de calor.

Es importante aplicar tratamientos de hidratación de forma habitual pero sobre todo después de haber estado en condiciones expuestos al exceso de frió o de una larga exposición al sol.

El frío hace que se reduzca al flujo sanguíneo hacia la piel lo cual provoca que se tenga menos oxígeno y nutrientes ya que la piel tiende a secarse.

El Sol provoca que la piel pierda directamente el agua que contiene y por consecuencia se seque.

Existen también factores internos y externos que pueden provocar falta de hidratación.

Algunos de estos Factores internos son: Herencia, Enfermedades, Eliminación anormal de agua (quemaduras, vómitos, diarrea,etc), Medicamentos, Edad Avanzada, entre otros.

En los Factores externos podemos encontrar: Exposición solar, la calefacción, el viento, aire acondicionado y sobre todo la contaminación. También es importante mencionar que pueden existir ciertas sustancias químicas que afecten a nuestra piel; detergentes, disolventes, jabones, tratamientos depilatorios, cosméticos inadecuados, etc.